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25 mayo, 2023

Nueva guía de consenso sobre las complicaciones neurológicas de la COVID-19 persistente

La American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation (AAPM&R) ha publicado una nueva guía de consenso sobre la evaluación y el tratamiento de las secuelas neurológicas en pacientes con COVID-19 persistente, también conocida como secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2.

Las nuevas recomendaciones, que se publicaron en línea el 16 de mayo en Physical Medicine & Rehabilitation, son el resultado de la colaboración entre expertos de diversas especialidades médicas de 41 clínicas de atención a la COVID-19 persistente de todo Estados Unidos.

Dado que los especialistas en medicina física tratan a personas con discapacidad y deficiencias funcionales, la American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation fue una de las primeras organizaciones en iniciar la orientación para la evaluación y el tratamiento de la COVID-19 persistente y emitió en 2021 su primera declaración de consenso que abordaba la fatiga relacionada con este padecimiento.

Aun cuando el número de casos y hospitalizaciones por COVID-19 ha disminuido desde el máximo alcanzado, la COVID-19 persistente sigue siendo un importante problema de salud pública, declaró a los periodistas presentes en una rueda de prensa el Dr. Steven Flanagan, presidente electo de la American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation y catedrático Howard A. Rusk de Medicina de Rehabilitación de la NYU Grossman School of Medicine, en Nueva York, Estados Unidos.

“Hay cierta evidencia que indica que algunos de los antivirales pueden ayudar a reducir la incidencia, pero no a todos los pacientes se les administran”, declaró el Dr. Flanagan en una reunión informativa con periodistas. “Aquí en nuestra propia clínica seguimos viendo a muchas, muchas personas con problemas asociados a la COVID-19 persistente”, añadió.

Según las guías de consenso, alrededor de 80% de los pacientes hospitalizados por COVID-19 aguda presentan síntomas neurológicos. Pero estos síntomas no solo se limitan a las personas que tenían una enfermedad grave, apuntó la Dra. Leslie Rydberg, coautora de la declaración de orientación sobre COVID-19 persistente en neurología.

“Lo que sabemos es que muchas personas con infección leve o moderada por SARS-CoV-2 acaban padeciendo secuelas neurológicas que duran más de 4 semanas”, compartió la Dra. Rydberg, titular de la Cátedra Henry y Monika Betts de Medical Student Education y directora adjunta del programa de residencia del Shirley Ryan AbilityLab de Chicago, en Illinois.

La Dra. Rydberg añadió que a los pacientes que presenten síntomas durante más de un mes tras la infección inicial se les debe evaluar. Aunque la definición de secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 está evolucionando, la guía afirma que los estudios publicados indican que debería definirse como la persistencia de síntomas 4 semanas después de la infección inicial.

Los síntomas neurológicos más comunes son dolor de cabeza, debilidad, dolor muscular, dolor nervioso, temblores, problemas de los nervios periféricos, problemas de sueño y efectos cognitivos, explicó la Dra. Rydberg a la prensa.

Añadió que “es esencial identificar a los pacientes con síntomas neurológicos progresivos o alarmantes para el triaje de urgencias”.

Entre las señales de alarma están la debilidad repentina o progresiva, o los cambios sensoriales repentinos o progresivos, porque podrían indicar una afección neurológica aguda (debido a COVID-19 persistente u otras enfermedades) como un ictus o un problema en la médula espinal, síndrome de Guillain-Barré o una miopatía.

Aunque es probable que la mayoría de los médicos detecten estos signos y síntomas, algunos de los signos de emergencia o urgentes, como las alteraciones de motoneurona superior en la exploración física, son más sutiles, afirmó la Dra. Rydberg.

La nueva guía detalla los pasos para la evaluación inicial, incluida la identificación de los síntomas de alerta, y también ofrece recomendaciones de tratamiento.

Los expertos también recomiendan a los médicos lo siguiente:

  • Tratar las afecciones médicas subyacentes, como el dolor, los trastornos psiquiátricos, cardiovasculares, respiratorios y de otro tipo que puedan estar contribuyendo a los síntomas neurológicos.
  • Considerar la reducción de la polifarmacoterapia, prestando especial atención a los medicamentos con un impacto conocido en los síntomas neurológicos.
  • Instar a los pacientes a que realicen actividad física regular, según la toleren, evitando al mismo tiempo el síndrome por uso excesivo.
  • Trabajar con fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas para aumentar la funcionalidad y la independencia.
  • Remitir a los pacientes a asesoramiento y a los recursos comunitarios para la modificación de los factores de riesgo.

Las recomendaciones de tratamiento son más exhaustivas en el caso de afecciones específicas de larga evolución, como cefaleas, neuropatías craneales, trastornos del sueño y neuropatías.

Las orientaciones también incluyen una declaración especial sobre la importancia de garantizar un acceso equitativo a la atención médica. Las comunidades desatendidas, marginadas y socioeconómicamente desfavorecidas tenían tasas notablemente más altas de infección, hospitalización y muerte, con menos acceso a los servicios de rehabilitación antes de la pandemia, señaló la Dra. Mónica Verduzco-Gutiérrez, jefa del Departamento de Medicina de Rehabilitación de la Long School of Medicine en UT Health San Antonio en Texas, Estados Unidos, y coautora de la guía.

“Sabemos que estas comunidades han estado históricamente desatendidas, que ya existen problemas de acceso y que se ven afectadas de forma desproporcionada por la pandemia”, afirmó la Dra. Verduzco-Gutiérrez. “Esto continúa a medida que los pacientes desarrollan secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 o COVID-19 persistente”, dijo, y añadió que estas personas siguen teniendo menos probabilidades de recibir servicios de rehabilitación. “Esto puede conducir a peores resultados y a mayores disparidades”.

El Colectivo Multidisciplinario de secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 de la American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation ha publicado anteriormente orientaciones consensuadas sobre fatiga, molestias respiratorias y dificultad respiratoria, síntomas cognitivos, complicaciones cardiovasculares, pediatría y disfunción autonómica, y próximamente publicará orientaciones sobre salud mental.

El colectivo también está preparando una recopilación de todas las orientaciones: “un ‘grandes éxitos’, por decirlo de una manera”, compartió la Dra. Verduzco-Gutiérrez.

Para los médicos que no están acostumbrados a atender a pacientes con COVID-19 persistente, es de esperar que esta nueva guía les ayude a atender la enfermedad, concluyó la Dra. Rydberg.

La guía fue redactada con el apoyo de la American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation. Melamed y dos coautores han declarado becas, contratos u honorarios de diversas fuentes de financiación, algunos pagados a sus instituciones y otros reembolsos personales por actividades relacionadas con las secuelas posagudas de la infección por SARS-CoV-2 y áreas más amplias de investigación y experiencia. Sin embargo, ninguno de los autores tiene conflictos relacionados con el trabajo sobre la guía.


Fuente: https://espanol.medscape.com/verarticulo/5910899#vp_1

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