Medical Health Cluster

23 marzo, 2023

Todo lo que necesita saber sobre el VRS

Actualizaciones sobre el virus respiratorio sincitial (VRS), incluidas las herramientas de diagnóstico y las opciones de tratamiento

El virus respiratorio sincitial, o VRS, es universalmente reconocido como una de las causas más cruciales y comunes de enfermedad infantil. Su impacto en los ancianos es igualmente perjudicial. Antes de la pandemia de COVID-19, las infecciones por VRS en EE.UU. mostraban una estacionalidad predecible para los meses de invierno, y los brotes se concentraban principalmente de diciembre a febrero. Durante el invierno de 2020 y 2021, en el punto álgido de la pandemia COVID-19 y las medidas de salud pública asociadas, los niveles de infección por VRS cayeron en picado.

Sin embargo, a finales de 2022, cuando se relajaron las restricciones de COVID-19, nos encontramos en medio de un nuevo brote de VRS, que rápidamente abrumó nuestro sistema de salud con un aumento de las hospitalizaciones y admisiones ambulatorias. Según una alerta emitida por los CDC el 4 de noviembre de 2022, los niveles de VSR en la población eran mucho más elevados y la aparición de brotes mucho más temprana de lo que se había observado en años anteriores.

El impacto a largo plazo de la pandemia de COVID-19 en la aparición y gravedad de otros virus respiratorios, incluido el VRS, sigue siendo desconocido, pero la preparación es la clave para gestionar el aumento de la carga de morbilidad. La concienciación sobre la enfermedad y los avances terapéuticos, diagnósticos y profilácticos -especialmente las vacunas- son cruciales para combatir estos virus.
¿Qué es el VRS?

El virus respiratorio sincitial, o VRS, es un virus de ARN monocatenario descubierto en 1956 que pertenece a la familia Paramyxoviridae y causa infecciones de las vías respiratorias (ITR).2 Hasta la fecha, los únicos huéspedes conocidos del VRS son los seres humanos y los chimpancés. Los dos subtipos antigénicos del VRS son el A y el B,3 y la cepa predominante del VRS en circulación varía de un año a otro y difiere con respecto a las poblaciones, lo que dificulta a los investigadores la realización de estudios epidemiológicos del virus, así como la predicción de brotes.

¿Cómo se propaga el VRS?

El VRS se propaga por contacto con las gotitas respiratorias de una persona infectada o por contacto directo con objetos contaminados con el virus. Debido a su composición genética y a sus mecanismos de replicación, el VRS evade las respuestas inmunitarias del huésped y esquiva fácilmente cualquier posible vacuna y/o agente antivírico.4 Esto puede dar lugar a frecuentes reinfecciones (a veces más de dos veces durante la misma temporada).5
¿Cómo afecta el VRS a los niños?

El VRS es un virus respiratorio muy contagioso. Según los CDC, casi todos los niños habrán contraído una infección por VRS antes de cumplir dos años. Aunque el VRS puede infectar a cualquier grupo de edad, los niños pequeños y los adultos mayores (principalmente adultos de 65 años o más) constituyen la mayoría de las hospitalizaciones y visitas a urgencias asociadas al VRS.6 El VRS es una de las causas más frecuentes de bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias pequeñas del pulmón) y neumonía (inflamación del pulmón) en personas de 0 a 1 años. Los niños y los ancianos con enfermedades preexistentes y/o crónicas se consideran de alto riesgo para las infecciones graves por VRS.

Los CDC estiman que en EE.UU. se registran cada año entre 58.000 y 80.000 hospitalizaciones por infección por VRS en niños menores de cinco años. A nivel mundial, esta carga equivale a más de 3 millones de hospitalizaciones al año. En todo el mundo, el VSR sigue siendo la segunda causa de mortalidad en niños menores de un año.

¿Cómo afecta el VSR a los adultos mayores?

La carga que supone el VRS no se ha estudiado tan detalladamente en la población anciana como en la infantil; sin embargo, en la última década, el VRS se ha identificado como una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en los adultos mayores. Según un estudio de 2003 publicado en la revista JAMA, mientras que las tasas de infección por VRS más elevadas se observan en niños, la tasa de mortalidad asociada al VRS es la más alta en la población de edad avanzada.8 Los CDC estiman que se producen entre 60.000 y 120.000 hospitalizaciones y aproximadamente 10.000 muertes al año debido a la infección por VRS en adultos mayores.

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Métodos de detección del VRS

Actualmente existen cuatro opciones principales de pruebas diagnósticas para detectar el VRS a partir de muestras de pacientes:

Cultivo viral

Los cultivos víricos, que antes se consideraban la regla de oro para detectar especies víricas en muestras clínicas, presentan algunos inconvenientes: la evaluación y lectura de los cultivos víricos no sólo requiere conocimientos especializados, sino que también requiere mucho tiempo y recursos, con un plazo de respuesta de entre tres y siete días.

Pruebas de inmunofluorescencia

Aunque las pruebas de inmunofluorescencia pueden detectar rápidamente el VRS en sólo tres o cuatro horas, la técnica requiere especialistas y es comparativamente menos sensible que las pruebas basadas en la amplificación de ácidos nucleicos (NAAT).

Pruebas de diagnóstico rápido de antígenos (RADTs)

Hay muchos RADTs disponibles en el mercado que son fáciles de realizar con un tiempo de respuesta rápido de 30 minutos o menos. Sin embargo, la sensibilidad de los RADTs es baja, lo que da lugar a altas tasas de detecciones falsas negativas.

Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAATs)

RT-PCR se considera actualmente el método de diagnóstico de referencia estándar para las pruebas de virus respiratorios, incluido el VRS, debido a su especificidad y sensibilidad y a su rápido tiempo de respuesta.

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El impacto de COVID-19 en la estacionalidad del VRS

En los EE.UU., la estacionalidad regular de las infecciones por VRS comienza en noviembre y alcanza su punto máximo de diciembre a febrero antes de disiparse rápidamente en marzo. En el hemisferio sur, el VRS circula de junio a septiembre. Sin embargo, en ambos casos, el virus no permanece latente durante la “temporada baja”: se pueden detectar niveles bajos de VRS tanto en pacientes asintomáticos como sintomáticos (por ejemplo, niños y adultos inmunodeficientes y pacientes con EPOC) durante todo el año.

Antes de la pandemia de COVID-19, la estacionalidad y la circulación del VRS eran bastante predecibles. En los dos últimos años, las enfermedades similares a la gripe (ILI) estuvieron dominadas por el SARS-CoV-2. En 2020 y 2021, los CDC informaron de niveles drásticamente bajos de VSR (con una media del 1% semanal, frente al 12%-16% semanal previo a la COVID-19).10 Estos bajos niveles coincidieron con estrictas medidas de salud pública (incluidas intervenciones no farmacéuticas, o NPI, como distanciamiento social, cierres patronales, viajes internacionales restringidos, etc.) para frenar la pandemia de COVID-19.

Más concretamente, estudios epidemiológicos recientes sobre las infecciones en 2020 mostraron que las restricciones a los viajes internacionales coincidieron con la disminución del VRS.11 Una explicación para esto fue que las medidas NPI aplicadas para COVID-19 fueron en realidad más eficaces para reducir las infecciones por VRS, reduciendo la propagación del VRS de un país a otro. Otra hipótesis sugería la “interferencia vírica-vírica”, en la que un virus prohíbe la propagación y proliferación de otro, como la razón del menor número de casos de VRS. En esta hipótesis, se pensaba que el SARS-CoV-2 había interferido en la transmisión del VRS. La muy baja incidencia de coinfecciones de SARS-CoV-2 con otros virus respiratorios parece apoyar esta hipótesis.12

Debido a la importancia clínica del VRS y al observado patrón de co-circulación de los virus invernales (VRS, gripe y COVID-19), predecir la futura propagación y epidemiología del VRS será clave para la salud pública. Como anunciaron los CDC el pasado mes de noviembre, este invierno se ha producido un repunte significativamente mayor de los virus respiratorios en comparación con el año pasado, lo que a menudo se conoce como “triplejemia”. El término tripledemia no se refiere a coinfecciones, sino a la “co-circulación” de los tres virus respiratorios prominentes dentro de una población. El drástico aumento de la detección y propagación de estos virus respiratorios se ha atribuido a una “brecha de inmunidad” o “deuda de inmunidad”, que se refiere a la disminución de la inmunidad debido a la baja o nula exposición a un patógeno específico durante un período prolongado de tiempo, lo que hace que una comunidad o población sea propensa a la infección.
Avances en el diagnóstico, tratamiento y prevención del VRS

La pandemia de COVID-19 nos ha enseñado lo importante que es seguir también las medidas de salud pública para frenar la propagación de otros virus respiratorios, incluido el VRS.

En su alerta, los CDC destacaron la importancia de realizar a tiempo las pruebas y la vacunación (gripe y COVID-19) para minimizar la carga asistencial de las enfermedades respiratorias durante una “triplesemia”. En el caso de las infecciones por VRS, se recomienda administrar a las poblaciones de riesgo (lactantes, niños y ancianos) palivizumab, un antivírico contra el VRS aprobado por la FDA.

Las vacunas siguen siendo una de las principales estrategias para prevenir las ITR y la morbilidad asociada. En la actualidad, hay múltiples vacunas candidatas en fase de revisión/investigación. De hecho, Pfizer ha publicado recientemente los datos de un ensayo de fase 3 de su vacuna bivalente candidata contra el VRS, que promete una eficacia del 81% contra las ITR debidas al VRS en lactantes durante los primeros 90 días de vida.13 La revisión del ensayo ha sido acelerada por la FDA.

Aunque la prevención es mejor que el tratamiento, las pruebas diagnósticas precisas y oportunas siguen siendo la vanguardia contra la propagación de enfermedades infecciosas. Todos los virus respiratorios presentan síntomas similares de ILI, por lo que resulta complicado distinguir entre ellos, lo que es crucial para el tratamiento y la atención eficaces de los pacientes. Por ello, en su alerta, los CDC recomendaron el uso de pruebas de diagnóstico molecular multiplex basadas en la PCR para los pacientes (especialmente los hospitalizados y los que presentan comorbilidades como factores de riesgo) sospechosos de infecciones respiratorias víricas.


Fuente: https://www.clinicallab.com/everything-you-need-to-know-about-rsv-27097?utm_content=241183664&utm_medium=social&utm_source=facebook&hss_channel=fbp-516351822229514

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