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Escabiosis: aumento de casos en España en el contexto pandémico y potencial fracaso terapéutico
De la percepción de los especialistas en la práctica diaria a la evidencia: la escabiosis (sarna) se ha convertido en un nuevo desafío “en tiempo real” para los dermatólogos, especialmente a partir de la irrupción de la pandemia de la COVID-19.[1]
“La escabiosis siempre ha estado presente en nuestras consultas, pero de forma mucho menos frecuente a como la vemos actualmente, con un crecimiento exponencial de casos y también de cuadros muy difíciles de tratar, que se perpetúan sobre todo en el núcleo familiar”, lo confirmó la presidenta electa de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Dra. Yolanda Gilaberte, durante la presentación del 49º congreso de esta asociación, celebrado en Málaga entre el 1 y el 4 de junio.
Ya en noviembre de 2021 una investigación llevada a cabo por expertos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y liderada por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Centro Nacional de Medicina Tropical (CNMT) puso de evidencia una tendencia al alza de los casos de escabiosis desde 2014 y una intensificación de los mismos coincidiendo con la pandemia.[2]
De forma paralela, los dermatólogos han visto un incremento de casos durante este periodo, dando lugar a una situación que se analizó durante la sesión Sarna, ¿qué está pasando? En este foro los especialistas pusieron de manifiesto cómo desde el inicio de la crisis sanitaria de la COVID-19 se asiste a un aumento de casos en España y también a una cierta pérdida de la eficacia de algunos tratamientos, en línea con lo que está ocurriendo en otros países del entorno europeo.
“El número de casos ha mantenido una tendencia al alza en la última década, que se ha acentuado especialmente durante los últimos dos años. El análisis de la incidencia de esta enfermedad en España es complejo debido a que actualmente no existe un registro nacional de escabiosis, ya que no es una enfermedad de declaración obligatoria”, comentó a Medscape en español el Dr. Eliseo Martínez, coordinador del Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la academia.
El nexo con la COVID-19
Respecto a la evolución de esta incidencia y las previsiones sobre un potencial aumento de casos, el Dr. Martínez señaló: “Es pronto para pronunciarse sobre la tendencia que seguirá esta enfermedad en 2022; lo que puede determinarse es que en 2021 se diagnosticaron más casos que en 2020”.
“Los médicos españoles, concretamente los especialistas en dermatología, hacemos un esfuerzo para frenar esa tendencia, optimizando los tratamientos para conseguir la máxima eficacia desde el primer momento, así como promoviendo la prevención de nuevos contagios a través de campañas divulgativas. Sin embargo, la escabiosis sigue siendo un diagnóstico frecuente en la consulta”, añadió el especialista.
una persona infectada en el domicilio. Por otra parte, la mayor dificultad para acceder a la atención médica desde el inicio de la pandemia podría haber retrasado el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con escabiosis, aumentando la carga de parásitos en los pacientes afectados que, además, habrían permanecido infectados y susceptibles de transmitir la enfermedad durante periodos más prolongados.
La Dra. Gilaberte apuntó que falta por precisar más el papel que ha jugado el contexto pandémico en este incremento de casos: “No sabemos si las afecciones derivadas del confinamiento han favorecido que los ácaros que producen la enfermedad se hagan más resistentes a los tratamientos o si la causa está en que las medidas y opciones terapéuticas se emplean para solucionar este problema no se emplean bien, ya que hay que tener en cuenta que es necesario someter a tratamiento la ropa, los muebles, etcétera, lo que resulta difícil en un núcleo familiar”.
“Aunque no manejamos datos consistentes de incidencia, sabemos la cantidad de antiparasitarios para la escabiosis que se han vendido en la farmacia en los últimos tiempos, una cifra significativamente al alza y que ha aumentado exponencialmente junto a las casos que vemos en la consulta”, añadió la Dra. Gilaberte.
Asimismo, la especialista resaltó: “Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología se llevan a cabo iniciativas como la complementación de cuestionarios por parte de los dermatólogos sobre esta enfermedad. El objetivo es dar solución a un problema que desde el punto de vista dermatológico es en estos momentos bastante acuciante”.
¿Pérdida de efectividad de permetrina?
Los participantes en esta sesión pusieron de relieve las dificultades que surgen respecto al abordaje de esta enfermedad. Concretamente, aludieron a los fracasos terapéuticos, especialmente en el caso de permetrina, con los que se están encontrando ante tratamientos validados, recomendados en las guías y correctamente cumplimentados.
En este sentido, el Dr. Martínez señaló que si bien recientemente se han publicado trabajos científicos apuntando a una posible pérdida de eficacia de permetrina en crema, lo que coincide con la impresión que tienen muchos dermatólogos en su práctica diaria, los datos disponibles aún no son concluyentes y en el momento actual, este fármaco sigue constituyendo uno de los pilares del tratamiento de la escabiosis en la mayoría de los casos.[3]
“Además de permetrina existen otras opciones terapéuticas tanto por vía tópica, como vaselina azufrada, como por vía oral, con ivermectina. La tendencia entre los dermatólogos está siendo ir hacia la prescripción de tratamientos combinados, buscando maximizar la respuesta terapéutica”, añadió el especialista.
La Dra. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles, en Madrid, comentó durante la sesión que la escabiosis nunca ha sido objeto de especial interés para la investigación por su carácter de ectoparasitosis producida por un ácaro que no invade más allá de la epidermis; no es un germen invasor y tampoco compromete órganos internos. Sin embargo, produce una gran morbilidad con grave alteración de la calidad de vida, puesto que impide el sueño, y el “rascado” mantenido que propicia causa efracciones en la piel que pueden sufrir a su vez sobreinfección bacteriana.
En cuanto a la identificación de la enfermedad, la Dra. Galván señaló que los pacientes pueden ser asintomáticos y es frecuente que tarden en acudir al dermatólogo, “de ahí la importancia de transmitir el mensaje de que, ante la mínima sospecha, se consulte al especialista, ya que el tratamiento adecuado y precoz constituye la estrategia más eficaz para curar la enfermedad y evitar la transmisión a otras personas”.
El Dr. Martínez destacó que es importante alertar y eliminar algunos bulos o falsas creencias muy extendidas en relación a la escabiosis, entre ellos, el estigma que la asocia a unos hábitos de higiene deficientes: “Las duchas o baños habituales no previenen el contagio, así como el lavado de la ropa utilizada por personas con escabiosis de la forma en la que se hace habitualmente tampoco elimina el parásito, ya que para ello habría que hacerlo al menos a 60 grados. Asimismo, y a pesar de haber sido uno de los espacios en los que se puso el foco cuando se informó sobre el aumento de los casos, los probadores de ropa no se consideran una vía de transmisión de la escabiosis”.
Infecciones de transmisión sexual y otros “repuntes”
En el marco tanto de esta sesión como de todo el congreso también se abordaron otras enfermedades o alteraciones cutáneas en las que se ha detectado un incremento vinculado directa o indirectamente con la COVID-19.
“Dada la situación de aislamiento vivida durante el confinamiento, era de esperar que tanto las enfermedades transmisibles, como la escabiosis, como las infecciones de transmisión sexual disminuyeran drásticamente. Sin embargo, ha sucedido lo contrario, de lo que se puede deducir que no todo el mundo hizo el confinamiento de la misma manera”, afirmó la Dra. Galván.
En el caso de las infecciones de transmisión sexual, de acuerdo con los datos de vigilancia epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, los casos de sífilis han experimentado un aumento de 132% en una década (de 2009 a 2019, los últimos disponibles, publicados en 2021). Respecto a la enfermedad gonocócica, los casos se han quintuplicado en el mismo periodo. En opinión de la Dra. Gilaberte, este aumento de las infecciones de transmisión sexual que nunca se han dejado de ver en la consulta, está directamente relacionado con la reducción y relajación entre la población de las medidas profilácticas como consecuencia de la efectividad de las medicaciones para el virus de inmunodeficiencia humana.
Por otro lado, el Dr. Martínez señaló que de forma más o menos similar a lo ocurrido con la escabiosis, han surgido, o se han agravado/aumentado, algunas manifestaciones cutáneas: “A raíz de la pandemia del SARS-CoV-2 algunos problemas dermatológicos se han hecho más frecuentes en la consulta. Así, estamos asistiendo a muchas alteraciones provocadas o favorecidas por las medidas de prevención de la transmisión de la COVID-19. Por ejemplo, la limpieza frecuente y exhaustiva de las manos ha promovido la aparición de eczemas. De forma análoga, el uso de mascarillas ha propiciado el empeoramiento de problemas como acné, rosácea o dermatitis seborreica. También hemos visto un aumento de los casos de efluvio telogénico en pacientes tras haber sufrido una infección por COVID-19”.
https://espanol.medscape.com/verarticulo/5909208#vp_1
Créditos: Comité científico Covid