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8 junio, 2021

Falsos positivos en ganglios linfáticos en tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada después de la vacunación contra la COVID-19

 

No se deje engañar por un falso positivo en los ganglios linfáticos después de la vacuna contra la COVID-19, dicen los radiólogos que publicaron en American Journal of Roentgenology varios casos, algunos de los cuales llevaron a biopsias innecesarias.[1]

Las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer/BioNTech y de Moderna (ambas de ARN mensajero) pueden desencadenar linfadenopatía reactiva y captación de radiotrazador en las imágenes de tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada (PET-CT), informaron. Esto puede dar lugar a falsos positivos, señala un equipo de la Mayo Clinic en Rochester, Estados Unidos.

Siete de 67 pacientes con cáncer (10,4%) tuvieron captación de radiotrazador en los ganglios linfáticos axilares en las imágenes de tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada dentro de los 24 días posteriores a la vacunación, incluidos cuatro con captación de fluorodesoxiglucosa-F-18 y tres con captación de colina.

Los ganglios positivos estaban en el mismo lado que la inyección de la vacuna en los cinco casos en los que se conocía el lugar de la aplicación.

Imágenes de tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada de proyección de máxima intensidad que muestran captación de los ganglios linfáticos axilares ipsilaterales utilizando dos radiotrazadores diferentes.

Un paciente también tuvo captación de fluorodesoxiglucosa-F-18 en un nódulo supraclavicular, también en el mismo lado de su inyección.

Cuatro pacientes habían recibido la vacuna de Pfizer/BioNTech y tres la vacuna de Moderna. Anteriormente no tenían captación en las tomografías por emisión de positrones.

“Los radiólogos deben saber que esto puede suceder cuando interpretan imágenes de tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada con fluorodesoxiglucosa-F-18 y colina”, comentó el coautor, Dr. Samuel Jang, residente de medicina nuclear y radiología de diagnóstico en la Mayo Clinic.

Conocer el historial de vacunas es “imprescindible”

Tres de los siete casos positivos en la revisión también tuvieron captación en el músculo deltoides como resultado de la inflamación en el lugar de la inyección, por lo que si se encuentran captación deltoides y axila ipsilaterales juntas, “es aún más probable que podamos atribuirlo a la vacuna contra la COVID-19”, comentó el Dr. Jang a Medscape Noticias Médicas.

La incidencia de 10,4% de esta captación fue menor que en estudios anteriores, que se han disparado hasta un tercio de los pacientes. La población de la Mayo Clinic era de la tercera edad, con edad promedio de 76 años, por lo que es posible que no hayan tenido reacción tan fuerte a las vacunas como las personas más jóvenes incluidas en informes anteriores, especularon los autores.

Dados los hallazgos, el equipo de la Mayo Clinic dijo que retrasar la obtención de imágenes de tomografía por emisión de positrones durante 3 a 4 semanas después de la vacuna podría ser razonable.

Además, debido a que la reacción parece ocurrir en el mismo lado que la inyección, otros autores han sugerido aconsejar a los pacientes que se pongan la inyección en el lado opuesto al tumor, si es posible.[2]

Los médicos de la Mayo Clinic ahora tienen la precaución de preguntar a los pacientes sobre su historial de vacunación contra la COVID-19 y documentarlo en el expediente médico para ayudar con la interpretación de las imágenes. Saber de qué lado y cuándo se aplicó la inyección “realmente ayuda”, destacó el Dr. Jang.

Los ganglios axilares positivos en el estudio tenían diámetro medio del eje corto de solo 8 mm, y solamente uno estaba anormalmente agrandado. La falta de crecimiento sustancial podría ser otro indicio de que se debe a reacción a la vacuna, pero otros equipos han informado de mayor grado de linfadenopatía.

El paciente con captación supraclavicular también estaba recibiendo inmunoterapia con pembrolizumab, por lo que es posible que haya tenido reacción especialmente fuerte a la vacuna, lo que llevó a captación fuera de la axila, dijo el equipo.

La principal limitación del estudio fue que no se realizó biopsia de los ganglios positivos para descartar metástasis o infección, pero después de una revisión cuidadosa y considerando los estudios de tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada negativos anteriores, el equipo concluyó que lo más probable es que fueran el resultado de reacciones a la vacuna.

Las imágenes de tomografía por emisión de positrones se realizaron una mediana de 13 días después de la vacunación en los 44 pacientes que recibieron una dosis de la vacuna y 10 días después de esta en los 23 que recibieron dos dosis.

Los estudios de colina fueron para el cáncer de próstata y las imágenes con fluorodesoxiglucosa-F-18 para otros tipos de tumores.

Anteriormente se informó aumento de la actividad de fluorodesoxiglucosa-F-18 después de otras vacunas, pero parece haber “asociación aún más fuerte” con la vacuna contra la COVID-19, anotaron los investigadores.

No se informaron fuentes de financiación y los investigadores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

M. Alexander Otto es asistente médico con un grado de maestría en ciencias médicas, y periodista médico galardonado que ha trabajado para varias organizaciones noticiosas importantes antes de incorporarse a Medscape, entre ellas McClatchy y Bloomberg. Es miembro de periodismo científico MIT Knight.

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5907155?src=soc_fb_210608_mscpsp_news_id_VacunaCOVID19&faf=1#vp_1


Créditos: Comité científico Covid

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