Medical Health Cluster

8 junio, 2021

COVID-19: el resumen semanal (28 de mayo al 3 de junio de 2021)

La vacunación sigue rezagada en Latinoamérica y Biden detalla donación

Latinoamérica y el Caribe tienen la cifra más alta de fallecimientos por COVID-19 en el mundo en proporción a su población, con al menos 33.289.000 infecciones y 1.043.000 decesos reportados. Y aunque el número de casos desciende en Canadá, Estados Unidos y México, “está aumentando nuevamente” en el resto de las Américas, mientras que el progreso de la vacunación “sigue rezagado en comparación con el avance de la pandemia”, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“La solidaridad regional, incluida la donación de dosis, será fundamental para superar la escasez actual de vacunas”, sostuvo este miércoles 2 la directora del organismo, Dra. Carissa F. Etienne. Un día después, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, precisó el destino de las primeras 25 millones de dosis de 80 millones que se comprometió a donar antes de que termine junio: 19 millones irán al mecanismo COVAX, que repartirá 6 millones en Latinoamérica y el Caribe, 7 millones en el sur y sudeste asiático y 5 millones en África, y 6 millones irán para países aliados, vecinos o que experimenten rebrotes, como México, India y Corea del Sur. Las vacunas serán de Pfizer/BioNTechModerna y Johnson & Johnson, a las que se podrían sumar 60 millones adicionales de Oxford/AstraZeneca cuando el producto reciba aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.

Brasil, Chile, Argentina y Uruguay presentan datos de la efectividad de vacunas en mundo real

Datos del Cono Sur de Latinoamérica evidencian el impacto de las vacunas en el mundo real. La vacunación con CoronaVac (Sinovac) de 95,7% de la población adulta de la ciudad brasileña de Serrana (27.160 mil personas) redujo 80% los casos sintomáticos de infección por SARS-CoV-2, 86% las hospitalizaciones y 95% las muertes por esa causa, según datos preliminares del Proyecto S,  un estudio en tiempo real liderado por el Instituto Butantan de San Pablo que busca documentar la efectividad de la vacunación en masa.

Otros países, en tanto, también presentaron distintos análisis del efecto de sus campañas regulares de vacunación. Este miércoles 2, la Provincia de Buenos Aires, en Argentina, anunció que una única dosis del primer componente de la vacuna Sputnik V (Gamaleya Institute) tiene una efectividad de 78,6% para evitar casos de COVID-19, 84,7% para evitar las muertes y 87,6% para reducir hospitalizaciones en personas de 60 a 79 años. El estudio se hizo sobre 186.581 personas que integran ese segmento etario.

El 27 de mayo, Uruguay informó una efectividad de 57% para CoronaVac (Sinovac) y de 75% para BNT162/Comirnaty (Pfizer/BioNTech) en la prevención de contagios (más de 14 días después de la segunda dosis), de 95% y 99% en la reducción de la internación en unidades de cuidados intensivos, y de 97%% y 80% para muertes, respectivamente. En tanto, el 17 de mayo, Chile había actualizado su estudio con CoronavaC (Sinovac):  tras analizar 10.200.000 personas mayores de 18 años, reportó 65,3% de efectividad para prevenir COVID-19 sintomático, 87% para prevenir hospitalización, 90,3% para prevenir el ingreso a una unidad de cuidados críticos y 86% para prevenir muerte, en todos los casos, después de completar el esquema de dos dosis.

Avances y deudas de la vacunación en el personal sanitario

Para la segunda semana de mayo, 88% del personal sanitario de Iberoamérica había recibido al menos una dosis de alguna vacuna contra la COVID-19 y 69% completó el esquema, según los resultados de una encuesta de Medscape en español respondida por 10.612 médicos, enfermeros y otros trabajadores del sector salud de 42 países.

Como contrapartida, 1% rechazó la vacunación y 9,2% todavía no ha sido inoculado ni tiene turno, lo cual fue definido como “preocupante” por la Dra. Armelle Pérez-Cortés Villalobos, infectóloga del Toronto General Hospital, en Toronto, Canadá, y miembro del comité editorial de Medscape en español. Una buena proporción de los que declararon aguardar todavía su vacuna vive en México: “¿Cuánto tiempo y cuántas vidas más tenemos que esperar?”, se siguen preguntando.

Chile y Canadá limitan la aplicación de la vacuna de AstraZeneca

Mientras espera el resultado de análisis sobre un posible caso de trombosis en un hombre de 31 años que recibió la vacuna de Oxford/AstraZeneca, este jueves 3 Chile dispuso postergar la segunda dosis y aplicarla solo en mayores de 45 años, “como se ha hecho en otros países del mundo”, dijo el ministro de Salud, Dr. Enrique Paris Mancilla, según reportó El Mercurio. Hasta el momento la vacuna en ese país estaba aprobada para hombres mayores de 18 años y mujeres mayores de 55.

En tanto, esta semana el National Advisory Committee on Immunization (NACI) de Canadá también se mostró favorable a que las personas que hayan recibido la primera dosis de AstraZeneca puedan elegir una distinta para completar el esquema, por ejemplo, las de Moderna o Pfizer/BioNTech. Si no fuera por el riesgo de raros casos de trombosis, “uno habría avanzado con la segunda dosis con la misma vacuna. Es bueno que ahora la gente pueda elegir”, dijo la Dra. Theresa Tam, directora de Salud Pública de Canadá.

¿Hay diferencia entre COVID-19 persistente y COVID-19 crónica?

Al ser una enfermedad nueva y multisistémica, aún no existe una definición formalmente aceptada para las secuelas prolongadas de COVID-19, a lo que se plantea el desafío adicional de distinguir los síntomas cardiopulmonares residuales o neurópatas del enfermo crítico que son consecuencia de su hospitalización. Tampoco existen pruebas de laboratorio o de imágenes para su diagnóstico.

Pero se podría decir que el síndrome pos-COVID-19 o COVID-19 persistente es el conjunto de síntomas (neurocognitivos, digestivos, fatiga, palpitaciones, etc.) que persisten después de 2 a 6 semanas de haberse curado la enfermedad. Y que si la duración de estos síntomas se extiende por más de 12 semanas podemos llamarle COVID-19 crónica, sobre todo si se trata de pacientes que nunca estuvieron hospitalizados, sostuvo la Dra. Zaira Medina López, especialista en neurología y miembro del comité editorial de Medscape en español, en el pódcast Medicina de Impacto.

Alertan sobre el uso excesivo de antibióticos “valiosos”

Durante la primera ola de COVID-19 en Reino Unido 85% de los enfermos hospitalizados recibió al menos un antibiótico durante su estadía, según un análisis de casi 50.000 pacientes atendidos en 280 hospitales de Inglaterra, Escocia y Gales entre el 6 de febrero y el 8 de junio de 2020, según publica The Lancet Microbe.

No es raro que las enfermedades virales se compliquen con una infección bacteriana, pero no lo estamos viendo mucho con COVID-19. Lo que sí estamos viendo es más uso de antibióticos de lo que nos gustaría. También estamos viendo el uso de los antibióticos más valiosos que nos gustaría reservar para infecciones bacterianas graves”, señaló uno de los coautores, el Dr. Calum Semple, profesor de salud infantil y medicina de brotes de University of Liverpool, en Liverpool, Inglaterra.

El peculiar origen de la variante P.1

La hipótesis más aceptada sobre el origen de las variantes de preocupación de SARS-CoV-2 es que aparecen una única vez como resultado de presiones selectivas y adaptación del virus durante infecciones prolongadas en individuos inmunosuprimidos, lo que les da la oportunidad de acumular mutaciones. Ese sería el caso de las variantes B.1.1.7 y B.1.351.

Pero con P.1, la historia sería diferente, consideran los científicos. A partir de un linaje ancestral común se habrían generado P.1 y otros dos linajes “hermanos”, aunque solo prevaleció la primera por factores vinculados al comportamiento humano (como el relajamiento de las medidas de distanciamiento social en el Amazonas) y no a ventajas adaptativas particulares respecto de las otras dos. “Quizá P.1 ‘tuvo suerte’ de que su frecuencia aumentara a través de un gran número de personas infectadas, y así ganó fuerza para convertirse en lo que se ha convertido”, sugirió Tiago Gräf, Ph. D., investigador de la Plataforma de Vigilancia Molecular del Instituto Gonçalo Moniz de la Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz) Bahia, en Salvador de Bahía, Brasil.

El confinamiento trajo paz al intestino irritable

Personas con síndrome de intestino irritable refirieron mejoras en la gravedad de la enfermedad y los síntomas durante el confinamiento, lo que refuerza la conexión intestino-cerebro en este trastorno, según un estudio argentino sobre 129 pacientes (78% de sexo femenino) presentado en la Digestive Disease Week (DDW) de 2021, congreso anual de gastroenterología.

“Pensamos que probablemente solo permanecer en casa de forma más relajada y en un entorno más controlado podría haber mejorado esos síntomas”, señaló el Dr. Juan Pablo Stefanolo, gastroenterólogo en el Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires. Aunque no se puede descartar un efecto de la dieta, el ejercicio y otros factores relacionados con el estilo de vida.

Sanofi GSK lanzan estudio de fase 3 de su vacuna

Tardaron en salir al ruedo, pero la extensión de la pandemia sigue dando oportunidades. Después de los resultados alentadores de la fase 2, dos gigantes farmacéuticos, la francesa Sanofi y la británica GlaxoSmithKline, lanzaron el estudio de fase 3 de un candidato vacunal que combina la proteína espiga de SARS-CoV-2 recombinante con un adyuvante ya usado en otras vacunas.

El estudio se realizará en 35.000 voluntarios de Estados Unidos, Asia, África y Latinoamérica, y tiene la particularidad de hacerse en dos etapas: una para evaluar la protección contra la variante “original” del virus y otra, con una formulación diferente, contra la variante B.1.351 (primero detectada en Sudáfrica). La expectativa es lograr la aprobación para fines de 2021.

Ambulancia francesa marchó sobre rieles

En lo peor de la primera ola de COVID-19, Francia recurrió a un método poco utilizado en el mundo para desplazar pacientes hospitalizados y con ventilación mecánica desde zonas saturadas hacia centros donde podían ser mejor asistidos: el tren de alta velocidad o TGV. En total fueron 10 viajes entre el 26 de marzo y el 10 de abril de 2020, con 197 pacientes transportados entre 350 y 950 km.

Los resultados de la experiencia fueron muy satisfactorios, comentó en el congreso Secours Expo 2021 el Dr. Lionel Lamhaut, médico de urgencias del Hôpital Necker, en París, Francia. “Fue un símbolo de resiliencia y unidad nacional que permitió pasar la primera ola de manera formidable”.

De las escuelas a la vacunación: los niños, otra vez en el foco de un debate

Todavía no se ha extinguido el debate sobre la escolarización presencial, el impacto del confinamiento sobre la salud mental infantil y las condiciones para garantizar la asistencia segura en contextos de alta transmisión, pero los niños podrían pasar a ser protagonistas de una nueva controversia: la urgencia (o no) de inmunizarlos contra la COVID-19.

En efecto, aunque Estados Unidos, Francia y otros países ya aprueban o avanzan en campañas para vacunarlos, investigadores de Alemania aseguran que no hay razones para apresurarse cuando los estudios de seguridad y eficacia (consideran) todavía no dieron resultados concluyentes y tampoco hay evidencia de beneficio indirecto para la sociedad. “Para niños y adolescentes sanos cuyo riesgo de morir por COVID-19 es casi nulo (0,00002%), es difícil entender por qué los políticos e incluso los médicos requieran la vacunación como requisito previo para la escuela y la vida social”, escribieron en un artículo de preimpresión el Dr. David Martin y sus colaboradores de Universität Witten/Herdecke, en Witten, Alemania.

Esta semana, Israel consideró como “probable” un vínculo entre la aplicación de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech y casos de miocarditis, especialmente, en jóvenes de 16 a 19 años. Y, en Estados Unidos, siete adolescentes de 14 a 19 años también desarrollaron el mismo cuadro después de la segunda dosis, de acuerdo con una serie de casos en Pediatrics, aunque, según un editorial, los beneficios largamente compensan los potenciales riesgos.

COVID-19 mató más de mil embarazadas en las Américas

Alrededor de 200 mil mujeres embarazadas enfermaron de COVID-19 en las Américas desde el comienzo de la pandemia y al menos mil han fallecido por complicaciones, lo que reactualiza el debate sobre la necesidad de vacunar no solo a aquellas con mayor riesgo de exposición al virus o que presentan comorbilidades.

Pero no se trata solo de un efecto directo de SARS-CoV-2. “Además de las mujeres que fallecieron por neumonía o complicaciones de la COVID-19 hubo decesos por complicaciones propias del embarazo en mujeres sin la enfermedad al no haber sido controladas en tiempo y forma, porque no se advirtieron los riesgos y no consiguieron la atención correcta en el momento de la aparición de la emergencia, lo que tiene que ver con la disrupción de los servicios y con el temor que se le generó a la población de que no se acercaran a los hospitales”, comentó el Dr. Bremen de Mucio, asesor en salud reproductiva de la OPS.

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5907147?src=mkm_latmkt_210608_mscmrk_mdsms_excnws_nl&uac=254661CR&impID=3425399&faf=1#vp_1


Créditos: Comité científico Covid

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