Medical Health Cluster

12 diciembre, 2023

El uso de aplicaciones móviles puede ayudar en el tratamiento de los síntomas de la depresión

Un estudio reciente en el que ha colaborado la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha constatado que el uso de aplicaciones móviles puede ayudar en el tratamiento de los síntomas de la depresión, el trastorno mental más prevalente en España.

¿Por qué es importante esta revisión?

  • La depresión es el trastorno mental más frecuente en la población general y una de las principales causas de enfermedad y discapacidad a escala mundial. Tan solo en España hay 3 millones de personas con este diagnóstico.

  • Con el auge de la tecnología, las intervenciones de salud móvil (mHealth), en particular las aplicaciones para teléfonos inteligentes, están surgiendo como un enfoque prometedor para abordar la depresión. No obstante, hacen falta herramientas de evaluación estandarizadas y de principios basados en la evidencia para estas intervenciones.

  • Presenta la información sobre la eficacia y seguridad de las intervenciones de salud móvil para la depresión y así identificar los criterios y herramientas de evaluación utilizados para su evaluación.

Metodología

  • Se siguió la metodología PRISMA e incluyó solo ensayos controlados aleatorizados que incluyeran pacientes adultos con síntomas depresivos o con diagnósticos de trastornos depresivos y enfocados en la eficacia de las intervenciones en salud móvil aplicada a la salud mental.

  • La eficacia de las intervenciones en salud móvil para reducir los síntomas depresivos se evaluó mediante un metanálisis de efectos aleatorios.

 

Resultados principales

  • La revisión de la literatura científica identificó 29 ensayos controlados aleatorizados.

  • Las intervenciones híbridas, aquellas que combinan el uso de apps con presencialidad, resultaron ser las más efectivas para reducir los síntomas depresivos.

  • Los usuarios prefirieron las aplicaciones sencillas y fáciles, por encima de las que ofrecen muchas posibilidades y opciones pero que no son tan comprensibles.

  • En los repositorios de aplicaciones hay decenas que quieren prevenir o tratar la depresión, pero muy pocas tienen evidencia científica detrás o han contado con la ayuda de profesionales o pacientes.

  • De las 30 aplicaciones que analizaron en detalle, solo 8 tenían evidencia científica publicada y accesible.

 

Enfoque clínico

“Se está avanzando hacía modelos de atención centrados en la persona, que debe ser el centro de su atención. De ahí la importancia en los tratamientos con enfoque personalizado, aún más cuando se trata de la salud mental. Aunque somos conscientes que no se puede esperar que la ratio de profesionales sanitarios sea de 1 para cada persona, consideramos que la salud digital puede desempeñar un papel fundamental y esencial en ese enfoque”, declaró Carme Carrion Ribas, Ph. D., investigadora que lidera esta la iniciativa del eHealth Lab, grupo interdisciplinario de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y que focaliza su actividad en torno al diseño, implantación y evaluación de distintas soluciones digitales que quieren mejorar la eficacia, eficiencia y seguridad de diferentes intervenciones dirigidas tanto a profesionales de la salud como a pacientes.

Según explican las investigadoras del eHealth Lab, entre los retos actuales de las aplicaciones para el manejo de la depresión, uno de los más imprescindibles es la evaluación de la efectividad y seguridad de las apps. “Si bien existen algunas iniciativas que van avanzando en la definición de una metodología de evaluación determinada, la mayoría de ellas solo abordan aspectos parciales y, por lo tanto, no se sabe el efecto global potencial. En ese sentido, desarrollar metodologías estandarizadas para evaluar que una app sea segura y efectiva constituye un reto importante”, señaló Carrion. “En cuanto contemos con una metodología para la evaluación sistemática de las apps de salud mental en general, y de depresión en particular, probablemente se favorecerá que, tanto las personas usuarias como los profesionales sanitarios, puedan utilizar e incluso prescribir aplicaciones de forma segura, sabiendo que el efecto que van a producir va a ser útil y seguro para las personas que las utilicen”, matizó Aïna Fuster, estudiante de doctorado y otra de las investigadoras del proyecto.

 


Fuente: https://espanol.medscape.com/s/verarticulo/5911791

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