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22 junio, 2023

¿Podría semaglutida tratar tanto la adicción como la obesidad?

¿Podrían los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) como semaglutida de Novo Nordisk, aprobada para tratar la diabetes de tipo 2 en dosis de hasta 2 mg una vez a la semana o para tratar la obesidad en dosis hasta 2,4 mg por semana, también frenar las adicciones y los comportamientos compulsivos?[1]

A medida que creció la demanda de semaglutida para bajar de peso tras la aprobación por parte de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos en 2021, también comenzaron a surgir informes anecdóticos de posibles beneficios adicionales inesperados. Algunos pacientes bajo tratamiento con estos fármacos para la diabetes de tipo 2 o para perder peso también perdieron interés en comportamientos adictivos y compulsivos como beber alcohol, fumar, ir de compras, morderse las uñas y pellizcarse la piel, como se informó en artículos de The New York Times y The Atlantic, entre otros.[1,2] También hay algunas investigaciones preliminares para apoyar estas observaciones.

Medscape Noticias Médicas invitó a tres expertos a opinar.

Estudios recientes y próximos

El autor principal de un ensayo controlado aleatorizado reciente de 127 pacientes con trastorno por consumo de alcohol, Dr. Anders Fink-Jensen, dijo a Medscape Noticias Médicas: “Espero que los análogos de péptido similar al glucagón-1 puedan usarse en el futuro contra el trastorno por consumo de alcohol, pero antes de que eso pueda suceder, se necesitan varios ensayos de péptido similar al glucagón-1 para probar si tiene un efecto sobre la ingesta de alcohol”.[3]

Su estudio incluyó a pacientes que recibieron exenatida durante 26 semanas, el agonista péptido similar al glucagón-1 de primera generación aprobado para diabetes de tipo 2, pero el tratamiento no redujo la cantidad de días de consumo excesivo de alcohol (criterio de valoración primario), en comparación con el placebo. Sin embargo, en los análisis exploratorios post hoc, los días de consumo excesivo de alcohol y el consumo total se redujeron en el subgrupo de pacientes con trastorno por consumo de alcohol y obesidad (índice de masa corporal [IMC] > 30 kg/m2).

A los participantes también se les mostraron imágenes de alcohol o temas neutrales mientras se sometían a resonancia magnética funcional. En comparación con el placebo, los que habían recibido exenatida tenían una activación significativamente menor de los centros de recompensa del cerebro cuando se les mostraban imágenes de alcohol.

“Algo está sucediendo en el cerebro y la activación del centro de recompensa se ve obstaculizada por el compuesto péptido similar al glucagón-1”, comentó el Dr. Fink-Jensen, psicólogo clínico del Psychiatric Centre Copenhagen, en Dinamarca.

“Si los pacientes con trastorno por consumo de alcohol ya cumplen los criterios para recibir semaglutida (u otros análogos de péptido similar al glucagón-1) por tener diabetes de tipo 2 o un índice de masa corporal superior a 30 kg/m2, por supuesto que pueden usar el fármaco ahora mismo”, anotó.

Su equipo también está iniciando un estudio en pacientes con trastorno por consumo de alcohol y un índice de masa corporal ≥ 30 kg/m2 para investigar los efectos de hasta 2,4 mg semanales de semaglutida sobre la ingesta de alcohol, la dosis máxima actualmente aprobada para la obesidad en Estados Unidos.

“Basándonos en la potencia de exenatida y semaglutida”, dijo el Dr. Fink-Jensen, “esperamos que semaglutida provoque una mayor reducción en la ingesta de alcohol” que exenatida.

Los estudios en animales también han demostrado que los agonistas de péptido similar al glucagón-1 suprimen la recompensa inducida por el alcohol, la ingesta de este, la motivación para consumirlo, la búsqueda de alcohol y la recaída en su consumo, señaló Elisabet Jerlhag Holm, Ph. D.

Curiosamente, estos agentes también suprimen la recompensa, la ingesta y la motivación para consumir otras drogas adictivas como la cocaína, las anfetaminas, la nicotina y algunos opioides, señaló Jerlhag Holm, profesora del Departamento de Farmacología de la University of Gothenburg, en Gotemburgo, Suecia.

En un estudio preclínico publicado recientemente, su grupo proporciona evidencia para ayudar a explicar informes anecdóticos de pacientes con obesidad tratados con semaglutida que afirman que también redujeron su consumo de alcohol.[4] En el estudio, semaglutida redujo la ingesta de alcohol (y el consumo de este similar a una recaída), y disminuyó el peso corporal de las ratas de ambos sexos.

“La investigación futura debería explorar la posibilidad de que semaglutida disminuya la ingesta en pacientes con trastorno por consumo de alcohol, particularmente en aquellos con sobrepeso”, anotó Jerlhag Holm.

“El trastorno por consumo de alcohol es heterogéneo y lo más probable es que un medicamento no sea útil para todos los pacientes con el padecimiento. Por lo tanto, tener un arsenal de diferentes medicamentos es beneficioso cuando se trata del trastorno por consumo de alcohol”.

La Dra. Janice J. Hwang hizo eco de estos pensamientos: “Como anécdota, hay muchos informes de pacientes (y en las noticias) de que esta clase de fármacos [agonistas de péptido similar al glucagón-1] afecta los antojos y podría afectar los comportamientos adictivos. Diría que, en general, el jurado aún está deliberando”, en cuanto a si los informes anecdóticos de los agonistas de péptido similar al glucagón-1 que frenan las adicciones se confirmarán en ensayos controlados aleatorizados.

“Creo que es demasiado pronto para decir” si estos fármacos podrían aprobarse para tratar las adicciones sin datos de ensayos clínicos más sólidos, anotó la Dra. Hwang, profesora asociada de medicina y jefa de la División de Endocrinología y Metabolismo de la University of North Carolina, Chapel Hill, Estados Unidos.

Mientras tanto, otro grupo de investigación de la University of North Carolina en Chapel Hill, Estados Unidos, dirigido por el Dr. Christian Hendershot, psiquiatra, Ph. D., está realizando un ensayo clínico en 48 participantes con trastorno por consumo de alcohol que también son fumadores. Su objetivo es determinar si los pacientes que reciben semaglutida en dosis crecientes (0,25 mg a 1,0 mg por semana mediante inyección subcutánea) durante 9 semanas consumirán menos alcohol (criterio de valoración primario) y fumarán menos (criterio de valoración secundario), que aquellos que reciben un tratamiento simulado con una inyección de placebo. Los resultados se esperan para octubre de 2023.


Fuente:  https://espanol.medscape.com/verarticulo/5911040#vp_1

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