Medical Health Cluster

10 mayo, 2022

Hepatitis

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Recientemente fue noticia un brote mundial de hepatitis aguda y grave en pacientes pediátricos. Esto se debe, en parte, a que aún no se ha determinado la causa precisa (ver infografía). El creciente número de casos, además de la actualización de las recomendaciones de vacunación por parte de Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos y los nuevos hallazgos sobre un sistema de puntuación y el tratamiento de la hepatitis alcohólica, dieron lugar al principal tema de la Tendencia clínica de esta semana.

La edad de los pacientes afectados fluctúa de 1 mes a 16 años, según la Organización Mundial de la Salud. Aproximadamente 10% (17 niños) han necesitado un trasplante hepático, y se ha registrado al menos una muerte. A finales de abril, Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos emitió un Aviso de Salud de la Red de Alerta Sanitaria en el que advertía a los médicos y a las autoridades de salud pública sobre el brote. Desde octubre de 2021 hasta febrero de 2022, se identificaron nueve casos pediátricos de hepatitis aguda en Alabama, Estados Unidos, una tasa mucho más alta de lo esperado. Todos los niños resultaron con pruebas de adenovirus positivas

Al considerar la información disponible, el Dr. F. Perry Wilson, descartó la hipótesis de que el aumento de los casos de hepatitis aguda pediátrica pueda ser una “ilusión de agrupación”. Considera plausible la teoría de que el adenovirus sea el agente causante, señalando el gran número de niños con hepatitis aguda en los que se ha identificado el virus. Anteriormente se habían establecido los adenovirus como causa de hepatitis aguda, pero la mayoría de los casos se presentaban en individuos inmunodeprimidos. Dado que el brote actual representa una desviación, el Dr. Wilson señala que es lógico considerar el papel del SARS-CoV-2, quizá en combinación con el adenovirus.

En lo que respecta a otras noticias recientes relacionadas con la hepatitis, Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos ha actualizado su recomendación sobre quién debe vacunarse contra la hepatitis B. Se aconseja que se vacunen todos los adultos de 19 a 59 años, y que también se vacunen los adultos de 60 años o más sin factores de riesgo conocidos. Se tomó esta medida para hacer frente a la creciente incidencia. La tasa de casos en adultos de 40 a 49 años aumentó de 1,9 por cada 100.000 personas en 2011 a 2,7 por cada 100.000 en 2019. En adultos de 50 a 59 años, la tasa aumentó de 1,1 a 1,6. De los adultos de 19 años o más, solo 30% declararon haber recibido las tres dosis recomendadas de la vacuna. La tasa fue de 40,3% para los adultos de 19 a 49 años y de 19,1% para los adultos de 50 años o más. Incluso en los adultos con enfermedades hepáticas crónicas, la tasa de vacunación es solo de 33%.

También se han dado a conocer hallazgos recientes en relación con la hepatitis alcohólica. Un nuevo sistema de puntuación, el Índice de Mortalidad para la Hepatitis Asociada al Alcohol (MIAAH), demostró más precisión que otros modelos para predecir el riesgo de mortalidad a 30 días en pacientes con hepatitis relacionada con el alcohol. En comparación con varios modelos de pronóstico disponibles en la actualidad para evaluar la gravedad de la enfermedad, cuya precisión es escasa (el área bajo la curva fluctúa entre 0,71 y 0,77), el nuevo modelo tiene una precisión de 86% para predecir la mortalidad a 30 días.

En lo referente al tratamiento de la hepatitis alcohólica, un nuevo estudio confirma que el trasplante hepático temprano mejora la sobrevida, pero también aumenta la probabilidad de recaída alcohólica. En el estudio se incluyeron tres grupos de pacientes: 68 con hepatitis grave relacionada con el alcohol que no respondían al tratamiento médico y que recibieron un trasplante de hígado temprano; 93 con cirrosis relacionada con el alcohol que recibieron un trasplante en el momento estándar; y 47 con hepatitis grave relacionada con el alcohol que no eran elegibles para un trasplante temprano. También se incluyó un grupo de control histórico de personas en quienes no se realizó trasplante. El criterio principal de valoración fue la no inferioridad de la recaída alcohólica a los 2 años del trasplante. No se cumplió, ya que 34% de los pacientes del grupo con trasplante temprano y 25% del grupo con trasplante en tiempo estándar recayeron. La sobrevida a los dos años después del trasplante fue similar entre los dos grupos, pero fue mayor en el grupo en el que se realizó el trasplante temprano.

Un alarmante brote pediátrico mundial, una nueva estrategia de prevención y la preocupación por la hepatitis alcohólica se combinaron para dar lugar al principal tema de la Tendencia clínica de esta semana.

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5909002


Créditos: Comité científico Covid

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