Medical Health Cluster

20 octubre, 2021

En México la aceptación de la vacuna contra la COVID-19 es mayor que la estimada en 2020

Un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) reveló que hasta noviembre de 2020 la aceptación de la vacuna contra la COVID-19 en la población mayor a 10 años en México era de 62,3%, el rechazo de 28,2% y la duda de 9,5%. Sin embargo, estos datos contrastan con la realidad actual, ya que a la fecha 74% de la población mexicana de 18 años y más ha recibido al menos una dosis del biológico.[1]

Dr. Tonatiuh Barrientos Gutiérrez/Fuente: INSP

El Dr. Tonatiuh Barrientos Gutiérrez, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional del INSP en Cuernavaca, México y coautor del estudio de aceptación a la vacunación de ENSANUT 2020 COVID-19, destacó que si bien los resultados de dicho estudio ya no reflejan la situación actual, sino la opinión de la sociedad durante la primera ola, los datos obtenidos permitieron contar con una visión a nivel nacional sobre la aceptación, rechazo o duda acerca de la vacunación contra la COVID-19 a fin de identificar con qué grupos se tendría que trabajar para mejorar la aceptación de la dosis.[2]

“El principal hallazgo que tuvimos en ese estudio fue que la mayoría de las personas en México estaba de acuerdo con vacunarse: 62% de las personas, luego teníamos 10% que no estaba seguro si quería vacunarse y 28% de las personas que dijo que no contemplaba vacunarse contra la COVID-19”.

Sin embargo, a diez meses de que arrancó la vacunación contra la COVID-19 en el país, el investigador enfatizó en el contraste entre los datos recabados de agosto a noviembre de 2020 y la realidad que indica que un porcentaje superior a 62% de mexicanos aceptó la aplicación de la vacuna.

“Lo que encontramos contrasta con los datos actuales; los últimos datos de la Secretaría de Salud indican que la Ciudad de México y Querétaro tienen una cobertura mayor a 90% en los adultos y frente a lo que estimamos el año pasado, que era de 70% en la Ciudad de México. Esto justamente nos permite ver cómo va cambiando la perspectiva o la percepción de las personas sobre las vacunas: una vez que por un lado ya tenemos mucha información acerca de la gravedad de la COVID-19 y también sobre la efectividad y seguridad de las vacunas, la cobertura vacunal está siendo bastante mayor de lo que esperábamos”.

De acuerdo con cifras oficiales, hasta el 16 de octubre en México se han aplicado 110’574.539 dosis de vacunas contra la COVID-19, lo que equivale a 68’643.676 personas vacunadas (75% de los mexicanos de 18 años en adelante). De esta cifra, 51’615.810 ya cuentan con un esquema completo y 17’027.866 con una dosis.

En cuanto a cobertura por grupo poblacional, la página vacunacovid.gob.mx, administrada por la Secretaría de Salud, detalla que en adultos mayores hay una cobertura de 81%; el grupo de 50 a 59 años reporta una cobertura de 77%, el de 40 a 49 años tiene una cobertura de 72%, en tanto que el resto de la población que se cuenta a partir de los 18 años y hasta los 39 presenta una cobertura de 48%.

Además, la Secretaría de Salud indica que en personal de salud se alcanzó una cobertura de 100% con 1’254.790 profesionales de la salud vacunados, así como una cobertura de 82% en personal educativo, con 2’588.603 personas vacunadas.

Los investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública detectaron que en 2020, antes de que hubiera vacunas autorizadas para su uso de emergencia, la mayor aceptación de una dosis contra la COVID-19 se observó entre los 20 y 29 años (68,3%) y la menor entre los participantes de 60 años o más (54%), mientras que la duda también aumentó con la edad, de 6,7% en adultos de 20 a 29 años a 11,7% entre adultos mayores. Asimismo, en comparación con los hombres, las mujeres presentaron menor aceptación y mayor rechazo y duda a la vacuna contra la COVID-19. Por situación laboral, los empleados formales mostraron la mayor aceptación.

Acerca de por qué los grupos mencionados rechazaban o dudaban de aplicarse una vacuna contra el coronavirus, el Dr. Barrientos precisó que la pregunta realizada en la ENSANUT 2020 no permite saber específicamente estos datos.

“Solo preguntamos si en caso de que hubiera una vacuna la aceptarían, rechazarían o dudarían. Pero con los datos obtenidos, en cuanto a los grupos que tenían mayor nivel de rechazo nos preocupaba mucho la posibilidad de que hubiera mayor rechazo en adultos mayores y en las personas que viven en áreas más remotas o donde hay mayor pobreza porque tienen menor acceso a servicios de salud y además las personas mayores tienen más riesgo de fallecimiento, entonces, que alguien con mayor riesgo de fallecer te diga que no está de acuerdo con vacunarse, es algo inquietante, por eso el interés de reforzar las campañas de información dirigidas a los grupos que mostraban una negación hacia la vacuna”.

El estudio señala que la población de 20 a 29 años es el grupo con más aceptación de la vacuna, con 68,3%. Sin embargo, hasta la última actualización de datos, en el país existe una cobertura de 48% en este grupo. Fue hasta julio de 2021 que arrancó la vacunación de esta población al ser considerada en la etapa 5 de la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 para la Prevención de la COVID-19 en México.Incluso el interés por contar con una vacuna contra la COVID-19 provocó que en algunas ocasiones las dosis no alcanzaran para todos los jóvenes de 18 años en adelante que acudían a las sedes; tal es el caso de la Alcaldía Xochimilco, cuando entre el 17 y el 22 de agosto se reportaron riñas por el tiempo de espera de hasta cinco horas para poder recibir la vacuna.

Lo más importante es descentralizar la vacunación

Dr. Alejandro Macías Hernández

El Dr. Alejandro Macías Hernández, especialista en medicina interna, infectólogo y catedrático de la Universidad de Guanajuato, en México, que no participó en el estudio, señaló que no existe una problemática en torno a la aceptación de la vacuna contra la COVID-19, sino que han faltado vacunas y además ha fallado la logística para aplicarlas a mayor velocidad.

“En México no hemos visto gran problema con la aceptación, de hecho, tradicionalmente en el país no tenemos e grupos antivacunas; con respecto a las vacunas contra la COVID-19, creo que el dilema ha sido que la falta de vacunas suficientes para todos, es decir, aquí no ha sido como en Estados Unidos, que sobra la vacuna porque la gente no se la quiere poner. En México el problema es que en ocasiones hay desabasto del vial, así como otros problemas que se tienen que resolver, como la logística de la aplicación”.

El infectólogo comentó que aunque es acertado conocer el número de mexicanos que no se pondría la vacuna por diversos motivos, lo más importante es descentralizar la vacunación y lograr que se acelere la aplicación de las dosis aún en las áreas más remotas para así cumplir con la meta anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador: que toda la población de 18 años y más cuente con al menos una dosis del biológico.

“Es importante conocer la aceptación y el rechazo a una vacuna, pero en México no tenemos esa problemática, aunque vemos que hay entidades en las que no ha avanzado la cobertura, como en Chiapas, con 49% y en contraste, metrópolis como la Ciudad de México o Querétaro, que superan 90%. Es fundamental descentralizar la vacunación; que se vacune más rápido porque en ocasiones se debe detener la vacunación por cuestiones de logística. Otro error es que las segundas dosis se retrasan y hay que poner más atención a eso; será un logro mayor que las vacunas complementarias se apliquen en el momento indicado y que las dosis lleguen a todo el país y esto se debe acelerar si se quiere cumplir con la meta de vacunar a todos los adultos para el 31 de octubre”.

ENSANUT 2021: más información y escenarios concretos

Sobre las limitaciones del estudio, el Dr. Barrientos subrayó dos: la primera es que cuando se recabó la información era un momento muy temprano de la pandemia y solo se realizó una pregunta general para saber si la ciudadanía aceptaría o no una vacuna contra la COVID-19; la segunda, que hasta entonces no se sabía sobre la eficacia y seguridad de las vacunas, cuántas dosis serían y los posibles eventos adversos.

“Esas limitantes no nos permitieron entender o explorar las posibles razones detrás de la aceptación, de la duda o del rechazo y pensamos que eso es importante explorarlo, conocer los por qué de las respuestas. Insisto que en general fue muy útil el estudio desde el punto de vista de tener una idea del porcentaje de aceptación, pero ahora, con la ENSANUT 2021 tendremos mucha más información y sobre escenarios más concretos en donde las personas ya conocen las vacunas, saben qué dosis se pusieron y sobre eso se podrá hacer un análisis mucho más robusto que además nos podría ayudar a identificar los grupos de personas que todavía no se vacunan y sobre los que tendríamos que seguir trabajando”.

Agregó que en el cuestionario de la ENSANUT 2021 una pregunta primordial será por qué la gente no está de acuerdo con vacunarse, a fin de saber los motivos por los que se pueda rechazar la dosis contra el coronavirus, qué es lo que le preocupa a la gente para optar por no vacunarse, en tanto que a las personas que se vacunaron se cuestionará qué vacuna recibieron, si recuerdan la fecha de la primera y segunda dosis y el tipo de vacuna que se pusieron, para cruzar la información con variables como sexo, edad, ocupación y acceso a seguridad social para poder recrear la aceptación de la vacunación.

“Eso nos va a permitir en breve tener una visión mucho más amplia de cómo se está comportando el proceso de vacunación en este año, donde ya pasamos por la segunda y tercera olas y que además, de acuerdo con los números que nos da la Secretaría de Salud, vemos que el porcentaje de cobertura es bastante alto, por lo menos hasta el momento. Asimismo, es conveniente recordar que cualquier vacuna que se reciba va a proteger; entre estar no vacunado y tener cualquiera de las vacunas, la mejor elección es estar vacunado. Todas son seguras, efectivas y salvan vidas”, concluyó el especialista.

El estudio fue financiado por el Gobierno de México a través del subsidio para la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición provista al Instituto Nacional de Salud Pública y por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América (GRANT: NU50CK000493) a través de CDC-México. Acuerdo de Cooperación para la Vigilancia, Epidemiología y Capacidad de Laboratorio.

Los doctores Barrientos y Macías han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5907889


Créditos: Comité científico Covid

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *