Medical Health Cluster

25 agosto, 2021

Más evidencia del enorme impacto de la COVID-19 en la salud mental de los trabajadores de la salud

NUEVA YORK, USA. La pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto psicológico en los trabajadores de la salud, en particular quienes laboran en los departamentos de urgencias, confirman nuevas encuestas.

“Independientemente del nivel de capacitación, los médicos y los profesionales de nivel medio informan síntomas que sugieren un trastorno por estrés postraumático y un subtrastorno por estrés postraumático”, informó la Dra. Morgan Bowling en una presentación en el American College of Emergency Physicians (ACEP) Research Forum on COVID-19.

La Dra. Bowling trabaja en el Departamento de Medicina de Urgencias Pediátricas en el Children’s Hospital of New Jersey del Newark Beth Israel Medical Center en Newark, Estados Unidos.

La especialista y sus colaboradores hicieron que 176 médicos y médicos de nivel medio que trabajaban en los departamentos de emergencia de Nueva Jersey completaran una encuesta entre diciembre de 2020 y marzo de 2021. Los médicos de nivel medio incluyen enfermeros practicantes, enfermeros parteros, enfermeros anestesistas, enfermeros clínicos especialistas y asistentes médicos.

La encuesta utilizó el cuestionario PCL-5, una medida de autoinforme que evalúa 20 síntomas de trastorno por estrés postraumático, respondida en una escala Likert de cuatro puntos, con una puntuación de corte de 31 para probable trastorno por estrés postraumático.

En general, 25% de los médicos de nivel medio cumplió con los criterios de trastorno por estrés postraumático y entre 30% y 50% cumplieron con criterios subclínicos para la enfermedad, según los criterios específicos.

Aproximadamente 14% de los médicos tratantes y 4% de los médicos residentes o fellows cumplieron con los criterios de trastorno por estrés postraumático y de nuevo hubo una cantidad significativamente mayor de personas que cumplieron con los criterios del trastorno por debajo del umbral.

La Dra. Bowling señaló: “Algo particularmente digno de mención es que los médicos residentes del segundo año de posgrado (PGY2) tuvieron el puntaje promedio de gravedad total continuo más alto en PCL-5”.

“Los residentes actuales de medicina de emergencia de segundo año habrán comenzado su capacitación en julio de 2019, solo ocho meses antes de que el nuevo coronavirus golpeara a Estados Unidos. Estos médicos en capacitación habrían tenido su año de internado completamente invadido por la pandemia y estarían en gran medida poco preparados, sin experiencia médica ni capacidad de recuperación emocional para enfrentar esta crisis sin precedentes”, indicó la Dra. Bowling.

“El síndrome de desgaste profesional de los médicos está bien documentado en Estados Unidos y ha habido un movimiento dentro de la comunidad de educación médica en los últimos años para centrarse más en el bienestar de los residentes”, destacó la Dra. Bowling. Esto incluye reformar las horas de trabajo y un énfasis especial en el equilibrio entre el trabajo y la vida.

“La pandemia hizo un hueco en el movimiento por el bienestar de los médicos”, añadió.

“Además de la atención al paciente, los médicos adscritos en los hospitales universitarios son responsables de la formación de los residentes. No se puede ignorar la carga de desempeñar un papel de mentor mientras se gestiona el gran volumen de pacientes graves que padecen una enfermedad nueva”, afirmó.

Un estudio relacionado publicado en el foro del American College of Emergency Physicians encuentra que las características perfeccionistas, que son comunes entre los médicos, pueden estar contribuyendo al síndrome de desgaste profesional por COVID-19 entre los médicos de urgencias pediátricas.

El síndrome de desgaste profesional, que puede desarrollarse después de la exposición continua a experiencias laborales estresantes, generalmente incluye desgaste emocional, baja sensación de realización personal y despersonalización (sentimientos de alienación o apatía en relación con el trabajo o la atención al paciente).

La Dra. Sarah Martin y sus colaboradores de University of California, en Irvine, Estados Unidos, encuestaron a 20 médicos de medicina de emergencia pediátrica (10 mujeres) que trabajaban en un hospital infantil durante la pandemia de COVID-19. La edad promedio fue de 44 años.

Más de un tercio de ellos (35%) reportó altos niveles de despersonalización y un porcentaje similar reportó niveles moderados de desgaste emocional.

El perfeccionismo fue la única característica asociada con el agotamiento emocional. Con cada unidad de aumento en el perfeccionismo “prescrito socialmente”, las probabilidades de experimentar un alto síndrome de desgaste profesional por despersonalización eran 1,64 veces más altas, informó la Dra. Martin (p = 0,03).

Esto sugiere que “las creencias o la percepción más fuertes de que otros esperan un desempeño perfecto pueden haber contribuido al desapego interpersonal mientras experimentaban los factores estresantes durante la pandemia”, señaló en su presentación.

Una encuesta a gran escala realizada por Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos publicada el mes pasado encontró que más de la mitad de los trabajadores de salud pública informó síntomas de al menos una afección de salud mental, incluidos síntomas de depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático e ideación suicida.

El American College of Emergency Physicians trabaja para proteger la salud mental y el bienestar de los médicos de emergencias, derribar las barreras para quienes buscan tratamiento de salud mental y reducir el estigma de las enfermedades mentales de los médicos.

En días pasados el Senado de Estados Unidos aprobó la Ley de protección de proveedores de atención médica de la Dra. Lorna Breen, por la que el American College of Emergency Physicians presionó mucho.[1] El proyecto de ley recibió el nombre de la médica de emergencia que se quitó la vida en abril de 2020 después de luchar con problemas de salud mental derivados de la pandemia.

El proyecto de ley ayudará a desarrollar políticas para prevenir el agotamiento y mejorar la salud mental entre los médicos, eliminando las barreras para acceder a la atención y el tratamiento, incluida la consideración del estigma y las preocupaciones sobre la concesión de licencias.

Actualmente el American College of Emergency Physicians centra su atención en impulsar la versión del proyecto de ley de la Cámara.

El presidente del American College of Emergency Physicians, Dr. Mark Rosenberg, manifestó a Reuters Health: “Los médicos de emergencia continúan absorbiendo niveles extraordinarios de dolor emocional y otros factores estresantes después de luchar contra esta pandemia durante más de un año”.

“A pesar de la prevalencia de los problemas de salud mental, muchos en la línea del frente no sienten que pueden abordar su salud mental por temor a perder su licencia médica u otros obstáculos que impiden el acceso a la atención, incluido el estigma persistente contra la búsqueda de tratamiento. Este proyecto de ley toma medidas muy importantes para crear un ambiente de trabajo más saludable para los médicos de emergencia y otros trabajadores de la salud que han arriesgado sus vidas durante esta pandemia”, señaló el Dr. Rosenberg.

“La pandemia deja muy claro que debemos hacer más para proteger la salud mental de los médicos y abordar los factores que contribuyen al síndrome de desgaste profesional y el estrés que se han ocultado durante demasiado tiempo”, finalizó.

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5907560#vp_1


Créditos: Comité científico Covid

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