Medical Health Cluster

21 marzo, 2021

COVID-19: el resumen semanal (12 al 18 de marzo de 2020)

Brasil atraviesa “el mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia”

Con una tasa de ocupación en las unidades de cuidados intensivos para pacientes con COVID-19 igual o superior a 80% en 24 estados brasileños y en el Distrito Federal, y de 90% o más en 15 estados, Brasil sufre “el mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia”, según investigadores del Observatório COVID-19 BR de la Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz).

 

Este martes 16, Brasil tuvo el día más mortífero de toda la pandemia, con 2.798 muertes y filas de espera en las unidades de cuidados intensivos. “Muchos pacientes están esperando la oportunidad de ser hospitalizados porque no hay camas”, dijo este miércoles 17 el Dr. Sylvain Aldighieri, gerente de incidente para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quien atribuyó la crisis a la “implementación subóptima” de las medidas de salud pública, como uso de mascarilla y distanciamiento social.

La saga de la vacuna de University of Oxford/AstraZeneca llegó a buen término, por ahora: EMA reafirma que es segura

Durante esta semana y de forma preventiva, 16 países de la Unión Europea, entre ellos España, habían decidido suspender parcial o totalmente la vacunación con la vacuna de AstraZeneca, por su supuesta asociación con alrededor de 25 casos de coagulación intravascular diseminada y trombosis de los senos venosos cerebrales de entre casi 20 millones de personas que habían recibido la vacuna en el continente.

 

Pero este jueves 18, un día después de que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendara que se siguiera usando en la región hasta completar los análisis, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) informó en rueda de prensa que la vacuna es “segura y eficaz” y que los beneficios de aplicarla exceden los riesgos.

De todos modos, el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA no descarta que la vacuna se pueda asociar con casos excepcionales de trombos asociados con trombocitopenia con o sin hemorragia asociada, incluyendo casos de trombosis de los senos venosos cerebrales, por lo que recomienda informar a los pacientes de la remota posibilidad de la aparición de estos trastornos.

Para el Dr. Benjamin Davido, infectólogo del Hôpital Raymond-Poincaré, en Garches, Francia, hay lecciones para sacar de este episodio frente a la posible aparición de nuevos eventos adversos sospechosos con otras vacunas. “Tendremos que tomar una decisión al unísono y no recrear un efecto dominó con cada uno de los países. En el punto álgido de la crisis, no podemos darnos el lujo de vacunar lentamente para controlar la seguridad”, dijo.

OMS y CDC realizan nueva clasificación de riesgo las variantes

Para poner orden en el caos de las nuevas mutaciones de SARS-CoV-2, Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaron una nueva clasificación de amenaza de las variantes. Ahora serán “de interés”, cuando haya mutaciones que sugieren que podrían ser más contagiosas o que eluden en algún grado la respuesta de anticuerpos, pero no está probado; o “de preocupación”, cuando ya hay evidencias de que se transmiten más o causa enfermedad más grave, además de que podrían responder menos a terapias o vacunas. En este nivel están, para CDC las variantes B.1.1.7, primero identificada en Reino Unido; P.1, primero detectada en Japón y Brasil; B.1.351, primero reportada en Sudáfrica, y B.1.427 y B.1.429, identificadas y actualmente circulando en California.

Una tercera categoría de las variantes, que aún no existe y nadie quisiera ver pronto, es la de “alta consecuencia”: cuando causan más enfermedad y hospitalizaciones, y no pueden ser combatidas con vacunas o terapias tales como drogas antivirales o anticuerpos monoclonales. 

 

La variante P.1, menos resistente a los anticuerpos de lo que se temía

Un nuevo estudio de preimpresión en BioRxiv revela que, sorprendentemente, la variante P.1 resiste mucho menos los anticuerpos por infección natural o inducidos por vacunación que otra variante de preocupación, B.1.351, y responde de manera similar a la B.1.1.7, según investigadores de University of Oxford, Inglaterra.

 

En cambio, un nuevo estudio en The New England Journal of Medicine muestra que la vacuna de University of Oxford/AstraZeneca solo tiene una eficacia del 10,4% frente a la variante B.1.351, según un estudio realizado en Sudáfrica sobre poco más de 2.000 voluntarios. De todos modos, los datos no son concluyentes respecto del nivel de protección que confiere frente a formas graves de la enfermedad.

 

Pacientes con cáncer vacunados deberían completar cuanto antes esquema de dos dosis

El primer estudio de la vida real con vacunas contra COVID-19 en pacientes con cáncer revela que la respuesta inmune inducida después de la primera dosis es muy inferior a la generada en personas sin esa patología y que la eficacia se rescata con la aplicación de un refuerzo a los 21 días, lo que obligaría a replantear en esa población la estrategia británica de retrasar la segunda dosis. El trabajo, que va a ser publicado como preimpresión en MedRxiv, comparó a 151 pacientes oncológicos y 54 controles saludables que recibieron las vacuna BNT162b2 de Pfizer-BioNTech.

 

La nueva sugerencia se suma a la recomendación de distintas sociedades médicas que sostienen la importancia de garantizar la inmunización de los pacientes con cáncer e incluso sus cuidadores. “Aunque falten datos de ensayos clínicos, los beneficios de la vacunación parecen superar de manera significativa y sustancial los riesgos”, escribió el Dr. Henry Gómez Moreno, director ejecutivo del Departamento de Oncología Médica del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, en Lima, Perú, y miembro del comité editorial de Medscape en español.

 

La reinfección sería más probable después de los 65 años

Un estudio de base poblacional en Dinamarca sobre resultados de test para COVID-19 en 4 millones de personas muestra que, aunque se hallaron reinfecciones en menos de 1% de los casos, la protección estimada contra una nueva infección después de la primera es de 47% en los mayores de 65 años, frente a 80% calculado para quienes tienen menor edad.

 

Los hallazgos del estudio, publicado en The Lancet, “enfatizan la importancia de las políticas para proteger a los mayores y de adherirse a las medidas y restricciones de control de infecciones, incluso si se han infectado previamente con COVID-19”, expresó una coautora, Daniela Michlmayr, Ph.D., investigadora del Departamento de Bacterias, Parásitos y Hongos del Staten Serums Institut, en Copenhague, Dinamarca. 

 

Una amenaza paralela: la resistencia antimicrobiana

Aunque solo de 3% a 8% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 tienen una sobreinfección bacteriana al momento de la admisión, cerca de 70% de aquellos asistidos en Nueva York en los primeros meses de la pandemia recibieron antibióticos, según un reporte en The American Journal of Health-System Pharmacy. Este patrón de prescripción, extendido en muchos países, podría aumentar el riesgo de que escale otra amenaza paralela: la de la resistencia antimicrobiana.

 

“Lo que más tememos es que las prácticas de rutina que damos por sentadas ahora (administrar quimioterapia a pacientes con cáncer, reemplazar las articulaciones de la rodilla o hacer una cesárea sin que se compliquen por una infección) se volverán mucho más difíciles o quizás imposibles de manejar”, advirtió el Dr. Paul Auwaerter, director clínico de la división de enfermedades infecciosas de Johns Hopkins School of Medicine, en Baltimore, Estados Unidos.

El lado “positivo” de COVID-19: revelar un daño hepático ignorado

Los pacientes diagnosticados con COVID-19 pueden tener una ventaja: la enfermedad puede servir de indicador de que tienen una esteatohepatitis no alcohólica u otra hepatopatía no detectada, según declaró el Dr. Pascal Melin, del Centre Hospitalier Geneviève de Gaulle Anthonioz, en Saint-Dizier, Francia.

 

“Algunos pacientes llegaron al hospital con formas graves de COVID-19 y, cuando nos preguntamos por qué, se descubrió que tenían cirrosis. Es bastante catastrófico que tuvieran que infectarse (para llegar a su diagnóstico hepático) “, señaló el Dr. Melin. Pero si se quiere ver “el lado positivo de la cosa”, añadió. la pandemia aceleró la detección de pacientes “ocultos” con esteatohepatitis no alcohólica y eso pudo permitir una intervención más precoz. 

 

¿La vacuna alivia o “cura” a algunos pacientes con COVID-19 persistente?

Comentarios en redes sociales, testimonios de pacientes y una encuesta online entre 400 personas con COVID-19 persistente en donde 36% declaró tener desde un alivio hasta una completa resolución de los síntomas después de ser vacunados contra la infección por SARS-CoV-2, sugieren que la inmunización podría en algunos casos “resetear” la respuesta autoinmune o eliminar por completo los remanentes de virus, según expertos.

 

En todo caso, se requieren más estudios, como los que está liderando National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos con un presupuesto de 1.000 millones de dólares votado por el Congreso a fines de diciembre pasado. “Nunca no hemos enfrentado realmente a una afección posinfecciosa de esta magnitud, por lo que esto no tiene precedentes. No tenemos tiempo que perder”, dijo este lunes 14 el Dr. Francis Collins, director de NIH.

 

Francia autoriza nuevo tipo de prueba rápida

La Haute Autorité de Santé (HAS) de Francia se pronunció a favor de un nuevo tipo de prueba antigénica rápida para SARS-CoV-2 que viene en tres modalidades: la que requiere de un análisis en laboratorio; la que realizan médicos o farmacéuticos; y la que puede hacer el propio paciente en su casa (autotest). En todos los casos, la muestra se toma a partir de un hisopado nasal y el resultado se visualiza en 20 a 30 minutos, con una sensibilidad del orden de 80% a 95% en personas sintomáticas y de 50% a 60% en asintomáticas.

 

Estos métodos ya se usan en Alemania, Reino Unido, Portugal y Austria. “Aún se detectan (en Francia) más de 23.000 casos diarios. No podemos permitirnos el lujo de no aceptar ninguna nueva modalidad de detección de virus en la lucha actual”, comentó la Dra. Dominique Le Guludec, presidenta de HAS.

 

Síndrome inflamatorio multisistémico asociado a COVID-19 en niños: 97% tiene evolución favorable

Aunque es una afección grave que requiere ingreso a cuidados intensivos en más de la mitad de los casos, 97,2% de una cohorte de 286 niños con síndrome inflamatorio multisistémico asociado a COVID-19 recibió el alta, siete (2,4%) permanecían hospitalizados y solo uno (de 6 años) tuvo muerte cardiaca, según los datos de una macroencuesta europea publicados en Circulation.

 

El síndrome inflamatorio multisistémico infantil se caracteriza por fiebre, inflamación sistémica (eritema en la piel, inyección conjuntival, inflamación de las mucosas) y síntomas gastrointestinales y cardiovasculares, con elevación desde el ingreso de marcadores bioquímicos de inflamación. “Parece que es la inflamación reactiva a la infección viral la que produce la mayoría de los signos y síntomas de esta enfermedad. Sin embargo, aún no conocemos bien por qué el curso de la enfermedad es peor en unos pacientes que en otros, o cuál es la modulación de la edad”, dijo el Dr. Israel Valverde, autor principal del estudio y jefe de la Unidad de Cardiología Pediátrica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, en España.

 

“Estamos cansados de contar olas y ver que no se toman medidas a tiempo”

En un diario personal que escribió desde el 3 de marzo de 2020, el Dr. Benjamín Domingo Arrué, oncólogo médico del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, en Valencia, España, registró la incertidumbre, el miedo, la emoción por los aplausos, la sobrecarga y el agotamiento después de tantos meses en la línea de batalla frente a la pandemia. Y aseguró que los profesionales sanitarios están cansados de la “omnipresencia” de COVID-19 en el trabajo, en la casa y en las noticias.

 

“Todo gira alrededor de la enfermedad. Por ejemplo, si pides que le pongan una vía central a un paciente, se le solicita también la prueba de reacción en cadena de la polimerasa el día anterior; si te avisan que un paciente tiene unas décimas de fiebre, enseguida surge la duda de si será COVID-19… La incertidumbre ha dejado paso al desgaste y los profesionales ya estamos cansados de contar olas y ver que siguen sin tomarse las medidas a tiempo”, protestó.

 


Créditos: Comité científico Covid

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